La arquitectura es un arte que por medio de la técnica crea, construye y hace visible que las edificaciones funcionen como habitad para el ser humano. La arquitectura ha estado presente como expresión artística durante toda la historia de la humanidad para definir y representar épocas, lugares y corrientes en todo el mundo.
Cuando se define un proyecto, pensamos que línea de diseño queremos darle. Se analizan muchos aspectos, pero el más importante son los gustos y preferencias para poder crear el espacio personalizado ideal.
Al interiorizar en los estilos de construcción tenemos a lo largo del tiempo varias opciones que nos permiten crear el espacio perfecto.
El estilo griego clásico se puede diferenciar por su orden dórico, jónico y corintio. La influencia de estos estilos es evidente en épocas posteriores. Las edificaciones de hoy en día siguen replicándose en edificios gubernamentales y en principales monumentos de todo el mundo.
El estilo romano una arquitectura sencilla y práctica reúne grandes características como arcos, columnas y gradas. También podemos encontrar pequeños puentes con carácter funcional. Los materiales utilizados fueron el mármol y el ladrillo. Actualmente se pueden conseguir con sus variantes.
El estilo gótico se ve reflejado sobre todo en las catedrales europeas. Algunas de las características más representativas son los arcos apuntados y las bóvedas de crucería, así como las vidrieras decorando grandes espacios de las paredes.
En el caso del estilo renacentista se caracteriza principalmente por el deseo de construir edificios perfectos, basándose en cálculos matemáticos para conseguir la armonía. Vuelven a lo clásico, empleando arcos de medio punto y columnas abalaustradas.
En el estilo barroco se puede observar la excesiva decoración. Además, abundan gran cantidad de detalles que impiden identificar los elementos que forman esa construcción. Se mezclan muchas estatuas, columnas y gárgolas.
El estilo rococó se caracteriza por la elegancia y el empleo de colores vivos, que contrastan con el pesimismo y la oscuridad del barroco. Es un estilo aristocrático, revela el gusto por lo elegante, lo refinado, lo íntimo y lo delicado.
El estilo neoclásico es una arquitectura muy detallista, estética y bella, pero mucho menos cargada que la arquitectura barroca. Los techos son altos y con dimensiones espaciosas y su decoración se basa en cuadros, arañas, molduras y espejos.
Cuando se está en proceso de realizar un proyecto, todos estos estilos deben ser valorados para definir cual línea de diseño se desea desarrollar, cada proyecto es personalizado por lo que le recomendamos se asesore con profesionales. Con gusto podemos ampliarle la información para elegir la mejor opción que se adapte a sus gustos y preferencias.
Nuestros proyectos llave en mano le proporcionan soluciones para cada idea que tenga.
